Equinocio


Como una explosión de color
Que acaricia los sentidos
Los almendros florecen.
Los cerezos, los prunos
Inundan de flores el campo.
La breve belleza de la primavera
Transitoria, efímera.
El olor de la vida
Equinocios de escarcha

Primavera agridulce


Árboles de nata y fresa,
Almendras amargas
Sabor agridulce,
Como la vida.
Por las blancas cumbres
De Sierra Nevada
Vuelan los pájaros
Y en las laderas
Efímeras flores
De muchos colores
Salpican el verde
De la primavera.
De nuevo la vida
Renace insistente.

Tu sitio en el universo


Si te empeñas en buscar
Tu sitio en el universo,
Puede que descubras que eres
Sólo una mota de polvo,
Un tenue brillo distante
La maqueta de un proyecto
De persona, su reflejo.
Puede que te sientas solo,
Diminuto, inexistente
La pieza de un engranaje
De ideas, almas y mentes
Rodeada de otras motas
De polvo, granos de arena
Que van modelando en barro
Cual alfarero en el tiempo
Tu presencia, tu destino,
Tu sitio en el universo.

Eutonía


Vuelven los sonidos de la primavera
La tenue brisa de abril
El arrullo cadencioso del jilguero.
Vuelven las mariposas
A volar coloristas por las flores,
Los aromas de antaño,
Nuevos brotes de vida,
El murmullo lejano
De los niños jugando.
La primavera,
Avanzando a zancadas
Entre campos floridos.
La primavera,
Inyectando alegría, pasión
Eutonía.