Fausto



¿Dónde vas tan risueño
desplegando tus falsos encantos?

No creas que eres fuerte
por tener el poder en tus manos,
no creas que el respeto
se hereda con el cargo.

No pienses que te quieren
si la gente se ríe a tu lado
no pienses que te admiran
si te dicen que tienes el mando.

Tan feliz en tu mundo imperfecto
rodeado de buenos lacayos
te crees que eres único
poderoso, estupendo, fantástico.

Esas manos que ahora te encumbran
que agradecen favores prestados
te hundirán en el lodo sin duda
simplemente cambiando de bando.

Como Fausto has vendido tu alma
por dinero y poder
como Fausto
arderás en las llamas.

Hielo y fuego


Algunas personas dejan huella
algunos momentos los sueñas eternos:
la inevitable calma que sigue a una tormenta
o la luz cegadora del sol en el desierto.
Sentimientos cruzados, cambiantes
sensaciones opuestas,
frialdad de hielo sobre fuego candente
tranquilidad y furia.
La vida…
va pasando entretanto.

In aeternis


El tiempo pasa para todos
inexorable
los amigos se alejan, los sueños siguen
imperturbables.
Caminos que se cruzan
tiempo y espacio
nada permanece, todo cambia.
Y en el camino de tus recuerdos
como la tinta que queda impresa
en el subconsciente
surge tu imagen difuminada:
alma y materia
viento y arena
ineludible
inquebrantable
eterna.