Abre los ojos


Abre los ojos, sueña tu destino
oculto entre las sombras, imagina
la magia que se esconde tras la risa
los momentos de duda en tu camino.

Como el sol, solitario y estático
que a pesar de la noche te ilumina
dispuesto a disipar toda la ira
que te nubla a menudo los sentidos.

Con la luz mortercina de la tarde
las mentiras se funden, se disipan
las tormentas navegan en los mares

y el fuego es sólo un brote que germina
desnudo como un niño cuando nace,
eterno, como el flujo de la vida.