A mis hijos


La vida surge de repente
un día cualquiera,
una extraña sensación en tu interior
te llena de energía
y a la vez de dudas.
La emoción y el miedo
coexisten juntos, se entremezclan.
Apenas si notas los primeros meses,
hasta que el reflejo de ti en el espejo
te devuelve al mundo de los sentimientos:
emociones fuertes,
la voz del instinto.
Tu mano en el vientre,
madre protectora
sintiendo moverse la vida en tu cuerpo.
Con el tiempo llega
El caminar sereno,
los planes, los sueños,
también las hormonas,
que todo lo alteran.
Las horas que pasan
parecen eternas,
deseas que nazcan y tenerlos cerca.
Y llega, le miras
compartís el llanto,
la emoción intensa
de sentir su cuerpo
con mirada abierta.

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