Fausto



¿Dónde vas tan risueño
desplegando tus falsos encantos?

No creas que eres fuerte
por tener el poder en tus manos,
no creas que el respeto
se hereda con el cargo.

No pienses que te quieren
si la gente se ríe a tu lado
no pienses que te admiran
si te dicen que tienes el mando.

Tan feliz en tu mundo imperfecto
rodeado de buenos lacayos
te crees que eres único
poderoso, estupendo, fantástico.

Esas manos que ahora te encumbran
que agradecen favores prestados
te hundirán en el lodo sin duda
simplemente cambiando de bando.

Como Fausto has vendido tu alma
por dinero y poder
como Fausto
arderás en las llamas.

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