Deseo anhelante
De un sueño imposible,
Como la Magdalena
"noli me tangere"
Como la eternidad
Ante lo inalcanzable.
La mano de Dios
Juzgando a los necios,
La eterna conjura
Del llanto infinito.
Un niño que nace
Con ojos despiertos.
El mundo, mutante,
La vida, surgiendo.
Sólo las palabras
Detienen el tiempo.
Noli me tangere
Dafne y Apolo

Dafne recordaba su infancia en Tesalia
Cuando era una ninfa que alegre pasaba
Ociosa sus días, jugando en el agua.
Apolo la vio y cayó rendido
Cautivo de amor por las flechas de Eros
Y al sentirse herido persiguió a la ninfa
Que al bosque marchó buscando a Peneo.
El dios escuchó su llanto en la huida
Y quiso ayudarla, preso de su ira.
Tocando sus manos surgieron las ramas
Sus pies, en raíces al suelo clavadas.
Y antes de completa la metamorfosis
De Dafne en laurel, Apolo unas hojas
Logró retener, que trenzó en corona.
Y así quedó Dafne siempre junto a él.
Atalanta e Hipómemes
Caminaba Atalanta por el bosque cazando
Sin temer al oráculo que su mal predecía.
Consagrada a Artemisa en el bosque vivía
Retando al que quería vencerla en la carrera.
Pero el apuesto Hipómenes desafió a Atalanta
Que hechizada quedó con doradas manzanas.
Afrodita tocó su corazón invicto
Y sucumbió al amor en el templo de Zeus.
Cibeles, ofendida, los transformó en leones
Condenados por siempre a tirar de su carro
Y ahora, silenciosos, lamentan su castigo
Como almas separadas en su eterno destino.
Y en la fiera mirada del león de Cibeles
Una lágrima asoma recordando a Atalanta
Y el llanto desdichado de Hipómenes herido
Convierte su lamento en un frío rugido.
Bandadas
Monotonía
La vuelta a la rutina, a la monotonía
Al silencio y las sombras que acompañan al día,
Los oscuros fantasmas de las noches vacías,
Relámpagos distantes entre olvidos y ausencias
Como augurios latentes del rayo que no cesa.
¡Cuantas horas de sueño, cuantos días de fiesta!
Las mentiras piadosas que arrastra la tormenta,
Que se llevan la angustia, la esperanza y la fuerza
Y te traen nuevamente de vuelta a la tristeza
Castillos de arena
Invierno
Brillan las luces en la ciudad
Fría penumbra de blanca nieve
Paisaje invernal.
El color del acero decora las nubes
Que el viento arrastra
Horizontes teñidos de gris.
El brillo cristalino de la escarcha
Acompaña en su vuelo a las cigüeñas
Que pasan cadenciosas.
Los árboles, desnudos, mecen sus ramas
Saludando a la lluvia.
El sol se oculta entre la niebla.
Llega el invierno
Insomnio
Otoño
Búsqueda
A veces el camino es largo
Se empina y serpentea,
No llega a su destino.
A veces tropiezas,
Incluso te caes
No encuentras las huellas,
No encuentras la luz.
Te falta una mano
Que guíe tus pasos,
Como un lazarillo
Buscando una puesta de sol.
A veces ves la vida
Seguro de ti mismo,
A veces te enamoras
A veces tienes miedo,
Y a veces, simplemente,
Duermes el sueño eterno.